jueves, 27 de junio de 2013

De camino a los Alpes

Este año parece que sí, que me voy a los Alpes. Después de mi amago del año pasado, que tuve que cancelar por distintos motivos, aunque luego lo consiguiera arreglar con 5 días en los Pirineos.

El caso es que este año me he liado la manta a la cabeza, y hale, allá que voy. En buena parte voy a disfrutar y a conocer puertos nuevos, puertos que siempre ves por la tele o lees referencia de ellos, pero también voy a preparar las rutas de El Coleccionista de Puertos del 2014.

Que ese es mi gran proyecto. No sé qué saldrá, pero este año ha sido un tiro al poste. De cara al verano que viene, ya os digo que estoy preparando 3 escapadas y espero que tengan más éxito que este año (se me apuntaron 9 personas). Pero eso, ya lo diremos más adelante.

Por lo pronto, en Agosto tocara sufrir con un par de amiguetes por las laderas francesas, suizas e italianas. Sí, habéis leído bien. Tocamos esos 3 países en 7 días de auténtica locura ciclista y a buen seguro, con un esfuerzo físico descomunal.

Empezamos la primera etapa con algo light. Saliendo desde Bourg-Saint-Maurice para empezar con el col de l’Iseran, el puerto asfaltado más alto de los Alpes con sus 2770 metros y sus 48 kms de ascensión desde Bourg-Saint-Maurice. Después, vamos a un puerto, que personalmente le tengo muchas ganas, el Pettite Saint Bernard. Para que os hagáis una idea de cómo es, los primeros 5 minutos de la película “Un trabajo en Italia” (1969), se ve perfectamente el puerto. Para poner los dientes largos.




Col de l'Iseran

Col du Petitte Saint Bernard

Una vez terminada esta etapa de 136 kms con 3200 metros de desnivel, toca un traslado de 280 kms hasta la localidad suiza de Andermatt, pasando por parajes increíbles, por el túnel del Mont Blanc y cerca del Monte Cervino.

Ya en la segunda etapa, tocan tres puertos, los dos primeros el Furka Pass y el Nufenen Pass. Puede que grandes desconocidos para la mayoría (y para mí lo eran hasta hace bien poco), pero son puertos tradicionales en la Vuelta a Suiza, de los más altos de allí, de los más duros y de los más bonitos por su trazado. Además, se da la circunstancia, que en la carretera del Furka Pass, se rodó parte de la película de James Bond Goldfinger. Durante 15 minutos se ve de maravilla.

Y para terminar, el premio gordo: El puerto de San Gotardo por la vía Tremola. Es decir, por el tramo adoquinado. Por lo visto, uno de los puertos más bonitos que hay, por su entorno, por su trazado, por su historia, por su peculiaridad. Una etapa con apenas 115 kms y con 3300 metros de desnivel. La etapa completa y su crónica, la podéis leer en el blog de Claudi Montefusco, colaborador habitual de la revista Pedalier y sin duda, mi gran motivador para esta etapa y sus puertos. Muy recomendable.



Nufenen Pass

Furka Pass

Paso de San Gotardo

Luego por la tarde, otro traslado de 250 kilómetros para ir a la localidad italiana de Bormio, traslado que promete mucho, ya que iremos por medio de los Alpes suizos y pasaremos por la localidad italiana de Livigno, ciudad con un estatus especial en el país transalpino, ya que es una ciudad sin IVA. Ya sabéis donde vamos a repostar gasolina y comprar algunas chucherías. Además, suele ser lugar de concentración para muchos ciclistas profesionales para preparar a conciencia algunas carreras, como Manuel Quinziato, profesional del equipo BMC, que reside a temporadas en Madrid y tuve el placer de conocer por el carril bici de Colmenar Viejo, que se ha tirado allí cerca de 15 días a sesiones de 5-6 horas con puertos y más puertos…………..vamos, que no se ha dejado ni uno. Y con visita vampírica incluida.

Una vez en la localidad de Bormio, hacemos noche y allí estaremos dos días. La tercera etapa, toca puertos míticos de verdad. Lo que hemos hecho los dos días anteriores, era solo para entrar en calor.

La tercera etapa toca ni más ni menos que el Puerto del Mortirolo y el Passo Gavia, y entre medias un sube/baja al Passo del Tonale (ya que estamos por allí, lo subimos y bajamos rapidito). Creo que con decir el nombre de estos dos puertos, ya está todo dicho.

Del primero, todos tenemos en la retina aquella famosa etapa del Giro de Italia de 1994, allí donde nació la figura de Marco Pantani, allí donde vimos al grandísimo Miguel Induráin atacar de lejos en ese puerto para tumbar al líder Eugeni Berzin y que poco después se desplomara en las faldas de Áprica.

Eugeni Berzin y Miguel Induraín en el Giro de 1994

Puerto del Mortirolo
Y del Passo Gavia, todos tenemos en la retina aquella famosísima etapa del Giro de Italia de 1988, donde unos congelados ciclistas subieron y bajaron, seguramente la etapa más recordada y dantesca de los últimos 30 años. Podéis ver el video en You Tube y es simplemente espectacular.

Andrew Hampsten en el Giro de 1998

Passo di Gavia

 
Y entre medias el Passo del Tonale, puerto muy utilizado por el Giro para dar paso a estos dos colosos. Y si luego al final, al llegar a Bormio tenemos ganas, podemos lanzarnos a por la estación de sky de Bormio 2000, aunque me da, que esto ya es mucho abarcar. Nunca se sabe, esa tarde no hay traslado, así que………………….jejejeje. Eso sí, etapita de 120 kms con 4700 metros de desnivel.



Al día siguiente cuarta etapa, y toca el Stelvio. Primero subiremos por la vertiente de Bormio hasta el desvío al Paso del Umbrail, para adentrarnos en Suiza, rodear la montaña y volver a entrar en Italia y subir este puerto por sus famosos ‘tornanti’, desde Prato Allo Stelvio. Puerto usado muy poco en el Giro de Italia, pero las pocas veces que se ha utilizado ha habido auténticas proezas, eso cuando se ha podido subir, ya que este puerto, está cerrado al tráfico 9 meses al año. Otra etapa de 100 kms con 3100 metros de desnivel



Paso Umbrail

Passo Stelvio y sus 'tornanti'.


Después de este etapón, probablemente reventados, toca un traslado muy largo de 470 kilómetros con destino a Chateau Queyrás, pasando por Milán y Turín. Seguramente, este traslado se nos hará duro y muy pesado.

Ya en la quinta etapa, salimos desde Chateau Queyras para hacer una etapa corta pero intensa, subir el col d'Izoard por la vertiente donde está la Casse Desert, el puerto donde los últimos kilómetros parece un terreno lunar, y luego el Colle dell'Agnello. Puerto de frontera entre Francia e Italia, otro coloso alpino.



Colle dell'Agnello

La 'Casse Dessert' del Izoard

Etapita corta de apenas 80 kms pero con 2500 metros de desnivel. Luego, toca otro traslado con destino a Bedoín de 200 kms.

Y ya por fin, con las fuerzas justas y muchas con ganas de volver a casa (en mi caso seguro por mi mujer y mis cuatro peques), antes de retornar definitivamente, hacemos parada obligada en el monte lunar, el Mont Ventoux. Puerto que simplemente subiremos y bajaremos por la misma vertiente. La vertiente del Tour de Francia, la vertiente donde Tom Simpson se dejó la vida. La guinda del pastel a estos 7 días intensos. Eso sí, menuda guinda, por que la subida serán más de 2 horas tranquilamente. Etapita de 45 kms y con 1500 metros de desnivel.



Monumento a Tom Simpson

Después, comer algo rápido y para casa los 800 kms restantes.

En resumen: 13 puertos, 650 kms y 18300 metros de desnivel acumulado. Después, el Garmin dictará sentencia en cuanto a kilómetros y metros de desnivel reales.

El viaje se presente apasionante y estoy entusiasmado, ahora a entrenar duro, lo que se dice subir y bajar sin parar.

Hasta la próxima.