jueves, 4 de agosto de 2022

Escapada Andorra : Y día 5 : Fin de fiesta con La Comella y Lac de Engolasters

Otros dos para la colección. Solo falta uno.

Tal y como comentaba en el post anterior, la tarde del viernes, se me empezó a complicar el tema por una picadura absurda de “algo” que no era un mosquito. Pasé mala noche, ya que cualquier tipo de liquido lo tenia que beber directamente sobre la garganta y no bebiendo de forma normal, ya que eso me hacía ver las estrellas. Pero no solo eso, cualquier tipo de comida un poco fría hacia que la parte derecha superior de mis dientes me doliera horrores. Además, a mi compañero Diego, también se le complico algo la situación en casa y llegamos a la conclusión los dos, que quizá lo mejor era adelantar nuestro regreso 1 día. Volver ese mismo sábado y no el domingo como teníamos previsto.

Pero antes, haríamos una pequeña salida para poner otras dos muescas en nuestra cuenta particular de puertos andorranos : La Comella y Engolasters.

Ya en el desayuno, tomamos esta decisión y estábamos convencidos que era la correcta, además, tal y como he comentado, la noche para mí fue mi torera, ya que me levanté dos o tres veces por los dolores, y aunque a primera hora de la mañana me tome un calmante, desayune como pude y lo que pude. Había que hacer la ultima salida en bici por Andorra.

Al rato salimos dirección Andorra la Vella, como el día de La Rabassa y La Gallina, aunque ese día bajamos hasta Sant Julia de Loria, esta vez nos quedábamos un poco antes. Y la diferencia fue abismal, ya que el sábado apenas había coches y se podía ir con tranquilidad con la bici hasta nuestro lugar de comenzar a subir, mientras que dos días antes, fue una auténtica locura de coches, trafico y caos. Sin duda, para moverse por estas poblaciones, en Andorra mejor hacerlo en fin de semana, porque además había ciclistas por doquier.

Salimos del hotel que teníamos en Erts, y bajamos hasta La Massana, yo en esa pequeña bajada, me molestaba hasta el viento fresco en la boca, y le pedí a Diego que parara un momento allí, y coincidencias de la vida, mientras me sentaba un momento alguien me llamo por mi nombre, al darme la vuelta vi a una persona que no reconocí al momento, pero cuando me volvió hablar caí en la cuenta que era Juan Otero, la persona que era mi contacto en Rotor para el tema de artículos para las carreras que organizo, pero que un par de años antes, se cambió a Orbea y le perdí la pista. Una agradable sorpresa, ya que es un tipo muy majo. Pero estas cosas ocurren en los sitios más insospechados.

Cuando nos despedimos reanudamos la marcha camino a Andorra La Vella y enseguida tomamos la carretera que iba al puerto de La Comella, un puerto corto de poco mas de 4 kms al 8% de media, que esto si que era buen numero pero nada, al tran y para arriba. Y como todos los puertos andorranos, lo primeros dos kilómetros duros de verdad, para luego suavizar y compensar lo que tragas de inicio. Tanto Diego como yo, íbamos a nuestro ritmo, así que pronto el tiró para adelante y yo a mi ritmo, aunque al principio andaba preocupado de como iba a reaccionar yo por la mala noche y los dolores de la boca, no iba mal de piernas y tuve una subida muy maja. El puerto muy agradable de subir y muy tranquilo, con apenas coches esa mañana de sábado.

Después de coronar el puerto, tuvimos una pequeñísima bajada y después un llaneo por la parte de arriba, para enlazar con la subida de Engolasters a los dos kms, pero aun nos quedarían 4-5 kms para subir. Y esta subida me vine arriba.

Cuando cogimos el desvío, empezó duro el puerto y Diego tiró para arriba, pero le iba manteniendo la distancia, pero resulta que al pasar por un pueblo a mitad de subida, había un pequeño descanso donde metí hasta el plato, y luego los últimos dos kilómetros lo di todo. Era la ultimo por subir y había que hacerlo así de fin de fiesta. Una vez arriba, se podía observar el Lago de Engolaster, y había mucha gente para andar por la montaña y baño en aquel lugar, pero había que volver al hotel.

Así que la bajada la hicimos tranquilos y la pequeña subida hasta el hotel, igual. Ya allí, recogida de bártulos y saliendo por la puerta camino a casa. Eran las 12 y era una hora magnifica para comenzar a volver. A las 7 en casa.

El camino de vuelta, lo hicimos tranquilos y sacando conclusiones de esta escapada de 5 días por Andorra, donde solo me he dejado un puerto de entidad (El Cortals d'Encamp) y he podido conocer mejor a Diego, ya que hemos hablado mucho y de muchas cosas, y si ya tenia buena opinión de él, ahora la tengo aún mejor. Además, creo que nos hemos compatibilizado muy bien ambos, en nuestras diferencias de carácter, ciclismo y como personas. Sin duda, es un gran compañero de viaje, con el que no me importaría en absoluto repetir. Quizá en 2023, ya que algo tenemos entre manos en forma de Alpes Suizos.

Como conclusión sobre Andorra, no es una zona que me guste, es más, no me gusta nada. Cierto que hay muchas casas muy bonitas, se nota que es un país con dinero, pero es una estación de esquí a lo bestia, desde que entras hasta que sales por el otro extremo. Es un buen sitio para hacer puertos, ya que tienes 12-14 puertos muy a mano y algunos realmente muy bonitos (Cabus, Arcalis) y duros (La Gallina), pero como sitio para vivir o ir de visita con la familia…………no me convence la verdad.

No creo que vuelva, y si lo hago es para completar ese puerto que me dejé en el tintero, así soy de perfeccionista, pero si puedo volver a escaparme a Pirineos en numero de días similares, no perdería un día de mi viaje en pasar por allí.

Un saludo y hasta la próxima.