Después de mi caída con la bicide cx el pasado viernes 23 de Noviembre, en la víspera del Memorial Isabel
Clavero, finalmente tuve que pasar por el quirófano y menos mal que lo hice.
Resulta que el día de la caída,
el médico de urgencias del Hospital dela Paz estimaba que con un cabestrillo
durante 6 semanas quedaría como nuevo. Pero como no las tenía todas conmigo, decidí
ir a un traumatólogo de Sanitas en Tres Cantos, el Dr.Barja y lo que me hizo y
dijo este pollo, me dejo cuando menos alucinado y no sé cómo calificarlo.
Solo con el informe de urgencias
y tocándome con sus dedos en la clavícula me dijo que con 4 semanas de
cabestrillo quedaría como nuevo y que no sería necesaria la operación, ya que
hay un riesgo muy alto de infección y que si no era modelo no era necesario. Y
tan ancho se quedó.
Como aquello no me convencía, fui
entonces a la Clínica Cemtro, a un especialista de hombros el viernes 30 de
Noviembre, es decir, a la semana de la caída. Me hicieron radiografías, y el
Dr. Marcos de la Torre nada más verlas, me dijo que el lunes a operar, que estaba
rota por dos sitios y no podíamos esperar.
Ya el lunes 3 de Diciembre,
ingrese en la Clínica Cemtro a las 12 del mediodía, en ayunas de comida y
liquido desde 6 horas antes, y a las 5 de la tarde fueron a buscarme para
llevarme a quirófano.
Ese rato reconozco que lo pase
mal, estas tumbado en la camilla y ves los focos del quirófano, a parte de un montón
de personas de verde alrededor tuyo.
Lo primero que me hicieron fue
dejarme desnudo en la camilla y taparme con una sábana, después me extendieron
la mano izquierda y me pincharon en el dorso de la mano, en una vena para
ponerme la vía intravenosa, el dolor fue horrible y más, cuando notas un chorro
de sangre por tu mano y lo oyes caer al suelo.
Un vez puesta la vía, pasaron a
darme oxigeno con una mascarilla a la vez que me pinchaban la anestesia en la
mano izquierda, y eso dolió aún más, a parte que notaba como un frio
impresionante me iba subiendo por el brazo. Eran las 17:45. Había un reloj en
la pared del quirófano y me fije en la hora.
De repente me desperté,
curiosamente de frente al mismo reloj, marcaba las 20:45, es decir, tres horas.
Tenía tanto frio que me temblaba todo el cuerpo y me dolía horrores la espalda
y el hombro. Recuerdo que no paraba de decirlo, con lo que me pusieron varias
mantas para entrar en calor.
Al rato me llevaron a la habitación,
todavía algo aturdido, donde me esperaban mi mujer y mis padres. Tenía hambre
pero era incapaz de comer ni beber.
Esa noche tenía que beber mucha
agua para tratar de orinar la anestesia en la cubeta que me dieron para no
levantarme, pero nada, me explotaba la tripa pero incapaz hasta que a las ocho
de la mañana un enfermero me ayudo a ir al lavabo y por fin eche la anestesia.
Después tocaban 48 horas en el
hospital, al principio iban a ser 24 pero luego fueron dos días. La razón es
que la clavícula estaba peor aún de lo que se veía en la radiografía.
Estaba rota por dos sitios, y a
su vez otro trozo estaba astillado y parte de esas astillas se estaban clavando
en otro hueso. De ahí la explicación de las 3 horas de intervención quirúrgica en
vez la 1 hora programada.
Y no solo eso, solo me iban a poner 1 placa con tres
tornillos y en tres semanas como nuevo, al final, 2 placas con 7 tornillos en
total, y al ser una fractura muy complicada, 6 semanas con el brazo en
cabestrillo, más otras 3-4 de rehabilitación.
Y que en palabras del médico, será
dura y dolorosa, pero conseguiré tener el 100% de movilidad, flexibilidad y
fuerza. Y nada de dolores futuros.
En resumen, menos mal que tome la
iniciativa al no estar del todo convencido con los primeros diagnósticos. Ahora
tocara echarle paciencia, y me subiré por las paredes por ni tan siquiera poder
hacer rodillo. Así que cuando retome de cero, pero esta vez de verdad, calculo
que sobre el 30 de Enero, cogeré la bici con muchas ganas y no habrá frio o
lluvia que me eche para atrás a la hora de entrenar.
Aunque ahora la cuestión es: ¿Quién
me pela los langostinos en Navidad?
Hasta la próxima.