miércoles, 31 de julio de 2024

Alpes Austríacos - Dia 1 - Comenzamos el viaje

Y llegó el momento, después de tanto tiempo de espera y de tanto esfuerzo para preparar esta semana, la del 20 al 28 de Julio de 2024.

Pero estamos muy equivocados si pensamos que el viaje empezó el día 20, ni muchísimo menos. El viaje comenzó muchísimo antes, a finales de febrero. Concretamente después de la carrera de Gravel de Copa de España que tuve el placer de organizar (y sufrir), ya que me dejó un pequeño margen que junto con algún dinerillo que tenía ahorrado y algunas cosillas que vendí por internet, me permitían poder permitírmelo.

Porque con una familia tan grande como tengo yo, estos lujos son muy escasos, y tengo una cosa muy clara, para estas cosas, no sale ni un duro de las cuentas de casa, la familia es y será siempre mi prioridad.

Ademas, tambien empecé a ver fechas de campamentos de verano y todo apuntaba a esta semana. Bien es cierto, que, en una primera opción, yo quería Suiza, pero la opción de Austria y Eslovenia tambien era muy seductora.

Asi que después de cuadrar fechas de campamentos, la opción de Austria/Eslovenia era la más lógica y en la que se cuadraban todos los astros.

Incluso me permitía, en cierto modo, cerrar una deuda que tenía conmigo mismo desde hace 25 años, ya que cuando comencé a trabajar en Accenture, estuve destinado un tiempo en Viena. En aquella época, en la que estaba aún soltero, no tenía la determinación de ir solo por el mundo y siempre me quedó la espina de no haber recorrido en aquella época Austria en bici y visitar sus montañas, asi que otro aliciente más para escoger esta opción.

Por supuesto, hay que tener en cuenta el entrenamiento previo al viaje, y en esto, mi amigo Diego Ramos (mi compañero en el viaje a Andorra del 2022 y, además, entrenador) tuvo mucho que ver. Mi disponibilidad de tiempo es la que es y había que centrarse en algo muy claro: calidad antes que cantidad. Y por supuesto, durante los meses previos, no dejar de subir puertos constantemente.

Algo que, por circunstancias, empecé desde Semana Santa, no con algunas complicaciones con la bici de carretera, que la tuve cerca de mes y medio KO, y lo que me obligó a centrarme en la de Gravel más tiempo del que yo deseaba y a la postre, con tanto brinco sobre pedruscos, a mi espalda le pasó factura. 

Una vez resuelto todos estos temas, la semana se centraba en al menos dos-tres dias metiendo puertos, uno o dos de natación y el resto a acumular kms. El plan era perfecto.

Pero claro, siempre debe haber el susto final como todos los años que me planteo algún viaje de este tipo. Ya me pasó en años anteriores con una gastroenteritis, una apendicitis, el fallecimiento de un familiar....................¿qué iba a ser este año?

Caos en el aeropuerto de Barajas

Pues este año tocaba Microsoft y su actualización justo el día anterior a despegar, lo que provocó un caos mundial en todos los aeropuertos del mundo. No voy a engañar, llegue a pensar que no volaba por el caos que se montó, y de hecho algún compañero de viaje que viajaba ese día le dio de lleno y pasó las de Caín para llegar al lugar de encuentro que era el aeropuerto de Zúrich.

Yo tenía que coger el avión de Madrid-Zúrich el sábado 20 de Julio para estar en el punto de encuentro a las 15:00 y posterior traslado a Gallenkirch para comenzar el día siguiente.

Mi vuelo salía a las 8:30 y pensaba que con estar en Barajas a las 7 de la mañana sería suficiente para facturar, pasar el control y demás. Pero con el jaleo que se montó, había que estar antes allí. Y esa hora fueron las 5:45 de la mañana.

Asi que imaginaros el madrugón. Pero no solo eso, además ese mismo día se iban 3 de mis hijos de campamento y al día siguiente otro más, por lo que no solo había que preparar el viaje de uno (yo), sino de cinco personas. Por lo que el caos de maletas, ropa y demás en casa era apoteósico. Muchos nervios para dejarlo todo preparado y listo, para que además a mi mujer todo le resultara más fácil, dado que tambien hay un bebé por medio y eso, lo complica todo un pelín.

Era la tormenta perfecta para que, por algún lado, se fuera todo al garete. 

Pero no ocurrió, salvo que la noche anterior al viaje, apenas dormí 2 horas.

Ya en el aeropuerto a esas horas tan sanas, pensaba que íbamos a estar 4 gatos, pero cual fue mi sorpresa que estaba hasta arriba de gente (creo que todos pensamos lo mismo). La cola para facturar no era larguísima, era lo siguiente. Mas de 1h para poder facturar, y otro tanto para pasar el control de seguridad. Es decir, desde que llegué (5:45) hasta que pasé todos los tramites me dieron las 7:30 y el vuelo salía a las 8:30. tenía margen, pero si llego a apurar un poco más.....................

Ese rato, me dediqué a ver a la gente del vuelo, ya que sabía que, en ese mismo avión, al menos 8-9 personas del grupo íbamos a Zúrich. Una casualidad que coincidiéramos, asi que había que estudiar a la gente para identificarlos y en algún momento, dar el primer paso para conocernos y hacer grupo desde el minuto 1.

Lo que está claro, es que los que montamos en bici somos fácilmente identificables. Las piernas peladas, las marcas del sol en tobillo, muslos y brazos.............las tiene poca gente. Y así mientras embarcamos, ya había visto a alguno. Al que abordé al llegar a Zúrich para ir haciendo grupo.

Dicho esto, el vuelo fue una maravilla. Cero turbulencias, a pleno sol y sin sobresaltos ni ruidos raros en el avión. Mi aprensión para volar siempre estará presente. 

Bienvenidos a Zurich

Ya en Zúrich y después de conocer a varias personas más, y que en todo momento fueron muy amables, fuimos al punto de encuentro. Y resulta que en vez de las 15:00, nos pusimos a las 12:00 en marcha con un Minibús-Taxi con 14 personas en dirección a Gallenkirck.

La lástima fue que no pasamos por Liechtenstein como era mi deseo, sino que fuimos directos de Suiza a Austria. Existía ese otro camino de 10 kms más, pero nada, la conductora del bus (contratada por el hotel) ni caso a la sugerencia (seguramente tenía ordenes concretar al respecto por parte del hotel/empresa).

El traslado, fue tranquilo. Yo iba mirando por la ventanilla todo el rato, quería empaparme de todo y aprovechar el viaje al 100%. Aunque ya en el autobús, me di cuenta de que ya había grupos montados con anterioridad. Es decir, había grupos de amigos que venían juntos al viaje. Había un grupo de Asturias, otro de Pamplona.........y algunos que se conocían de viajes anteriores, y ya se apuntaban juntos. Sencillamente, envidia sana. 

Primer hotel de la semana

Ya en el hotel, tocaba reparto de habitaciones y tocaba compañero de habitación. En este caso, mi compañero se llama Nacho y es de Avilés, y tengo que decir, que desde el primer momento congeniamos muy bien. Un tipo muy agradable con el que durante todo el viaje hubo una gran conexión. 

Después del reparto de habitaciones, llegó la furgoneta con las bicis y algunas maletas. Y al poco de recogerlo, mientras algunos tomaban una cerveza o seguían con el trajín de maletas, yo aproveche para salir con la bici unos 45'.

Un pequeño paseo por los alrededores

Me gusta saber por dónde ando, asi que, sin vestirme de bici, con la ropa de viaje, me fui a dar una vuelta por los alrededores del hotel. En parte, tambien para comprobar que todo lo de la bici estaba en orden: bici, frenos, cadena, pedales........no tenía por qué pasarle nada a la bici, pero por si acaso. Y de paso, veía un poco el entorno.

El paseo me hizo recordar cómo era la Austria que yo conocía. Todo verde, todo bien cuidado y al menos por la zona que estábamos (Tirol), que era una zona de ricos. Mucho casoplon y mucho cochazo.

Hasta aquí el paseo, el inicio del puerto del día siguiente

En todos los pueblos, siempre había un cristo de este tipo

Todo en orden para la semana alpina

Casoplones por todas partes, una constante en el Tirol

Al volver de mi paseo ciclista, tocaba ir a cenar. Y lo hicimos en un local contratado por el hotel a 15' de paseo por el pueblo. Fue una ocasión perfecta, para empezar a conectar con la gente, charlar, conectar, empezar a conocernos............

La calma antes de la tormenta

Luego ya en la habitación, a dejarlo todo preparado para el día siguiente que empezaba el viaje de verdad. Y caí rendido en la cama en apenas un minuto.

Alla vamos............

lunes, 29 de julio de 2024

Alpes Austríacos - Dias previos - Un viaje simplemente espectacular

Estoy recién aterrizado en casa después de haber afrontado, probablemente, mi mayor desafío físico encima de una bici en toda mi vida.


Han sido 7 etapas sobre mi querida Ridley en las que he rodado por Austria (principalmente), Italia y Eslovaquia.


El resultado ha superado con creces las expectativas, y aunque no lo parezca, ya estoy pensando en 2025, y lo tengo muy claro si las circunstancias lo permiten: SUIZA.


Sufriendo y disfrutando por el puerto del Mangart (Eslovenia)

Me he traído un montón de experiencias, lugares y cimas conquistadas, que en las próximas semanas iré desgranando poco a poco: un post por etapa, que tienen mucho que contar.


Pero de momento, os dejo un pequeño resumen numérico de lo que ha sido una semana magnifica:

  • 847 kms
  • Más de 43 horas sobre la bici
  • Más de 20.000 metros de desnivel
  • 19 puertos conquistados
  • 4 países visitados: Suiza, Austria, Italia y Eslovenia

Además, mis 20 compañeros de aventuras, que han sido realmente fantásticos, donde personas de diferentes puntos de la geografía (Alicante, Bélgica, Asturias, Cáceres, Navarra.....) o trabajos (interiorista, estibador, juez, carpintero, informático, etc....) nos hemos juntados por una razón: el ciclismo.


Y esto es lo bonito de este deporte. Como el eslogan de la NBA: I love this game.