martes, 6 de agosto de 2024

Alpes Austríacos - Dia 3 - Etapa 2

Comenzamos la 2a etapa de la semana austríaca, con un auténtico etapón, con cerca de 140 kms y los 3.800 metros de desnivel, aunque la realidad luego fuera muy distinta.

El día amaneció muy nublado con lo que todos los levantamos con la sensación de que nos íbamos a mojar, pero había que hacer de tripas corazón y afrontarlo de la mejor manera posible. 

Salimos cerca de las 9 de la mañana, después de un desayuno enorme y haber dormido realmente bien. 

2ª etapa

La etapa comenzaba con unos kilómetros iniciales de bajada, con lo que el grupo se lo tomó con calma e íbamos todos charlando tranquilamente hasta el km 12 aproximadamente, donde un giro de 90 grados a la derecha nos encaminaba al primer puerto del día, el Hahntennjoch.

Primer puerto del día: Hahntennjoch

Dicho puerto comenzaba con dos kilómetros realmente duros, lo que hizo que me quedara rápidamente de los últimos, pero buscaba mi ritmo. Estos kilómetros con porcentajes muy altos me hacen ir realmente lento, pero después, al suavizar bastante la pendiente, pude poner mi ritmo trotón y avanzar rápidamente por todo el puerto. Además, pasados los kilómetros iniciales, hasta casi los últimos 6 kms, había tramos suaves e incluso con algún tramo de bajada.

Hay que indicar que, en este tramo, comenzó a llover, al principio con un suave "calabobos" pero según íbamos cogiendo altitud, la lluvia se iba intensificando. El día prometía.

Como indicaba, los 6 kms finales volvían a ser realmente duros, y junto con la lluvia le daba un toque "épico" a la cosa, pero fue llegar arriba y estar solamente en el km 23, asi que habría que echarle cabeza. El día iba a ser "molto longo". 

Arriba nos esperaba la furgo con el avituallamiento y fue comer algo, abrigarse bien para la bajada y no entretenerse mucho, ya que podríamos quedarnos fríos. Dicho esto, comenzamos la bajada como terminamos la subida, con agua, frío y nubes, por tanto, con mucha precaución en la bajada. Y fue una verdadera lástima, ya que los primeros kilómetros eran técnicamente muy bonitos pero la seguridad, ante todo.

Según íbamos bajando, el tiempo iba mejorando. Tanto que al final del descenso, en la localidad de Imst, lucía un sol radiante y nos sobraba toda la ropa de abrigo que nos habíamos puesto para la bajada. Ahi, después de una parada técnica para soltar ropa y callejear un rato por el pueblo para encontrar el track correcto y cuando lo encontramos, comenzó el 2o puerto del día.

Dicho puerto era el Pillerhohe, un puerto muy suave a excepción de los 2 últimos kilómetros. Tan buena pendiente tenía que me encontraba con buenas piernas y puse mi ritmo, que hizo que durante los primeros kms comandara el grupo, hasta que una fuente a mitad de puerto hizo que me detuviera a coger agua. Y desde ahi hasta arriba, relativamente solo.

Una fuente de agua rica tirolesa.

Digo relativamente, porque en los primeros kms, alcanzamos a 3 ingleses que iban en modo Bike Packing, que cuando los pasamos se pusieron a rueda y a partir de ese momento hasta arriba, agarrados al grupo. Algo que no censuro, yo habría hecho lo mismo. 

Pero como decía, al parar a coger agua, el grupo se marchó y me toco perseguir toda la subida, aunque sin cebarme, por que quedaba otro puerto más y, además, ya hacía un sol de justicia en este puerto.

Arriba las vistas eran realmente impresionantes, incluso había una plataforma a modo de mirador que te daba una visión espectacular de todo el valle. Por supuesto, arriba avituallamiento y al rato, comenzar el descenso en grupo. Y tomando buena nota, ya que lo que bajábamos ahora, en la primera subida del día siguiente y vista las pendientes, iba a ser un comienzo de etapa "divertido e intenso". 

Las vistas desde arriba, realmente impresionantes

Otro puerto a la saca, el Pillerhohe, pero sin cartel decente

Una vez abajo, tocaba ir al pueblo de Kaunertal, donde estaba el hotel, y era 5 kms realmente pestosos, donde al menos yo no encontraba el golpe de pedal y me quedé algo descolgado.

El problema de esta etapa residía en que pasabas por delante del hotel antes de encarar la subida final, cuando llegué estaba prácticamente todo el grupo parado en la puerta del hotel y estaban decidiendo si subir o no por las nubes que había. Yo lo tenía claro, paré apenas 1' para decir, que yo subía si o si, asi que sin esperar a nadie tiré para adelante. Me esperaban 23 kms por delante para ascender al Gletscherstrasse

Desde el punto de vista cicloturista, es todo un reto, ya que es el puerto de Austria con mas desnivel acumulado, con cerca de 2.000 metros. Ahi es nada. 

Antes de subir, para aquí para pedir piedad y clemencia antes de hacer la penitencia.

Este puerto tiene tres partes bien diferenciadas. Una primera de subida suave pero constante, otra más plana que es la que rodea a una presa y una tercera, de 12kms realmente infernales. 

Los primeros kms, además, se pasaba por un peaje lo que provocó que el tráfico bajara una barbaridad. Ademas, los primeros kms estaban rehaciendo algunos trozos de asfalto y había que subir con cuidado. Y ya cerca de las postrimerías de la presa, sí que había algunos tramos duros, pero fue un tramo corto, lo que se tardaba en llegar a la presa. 

Posteriormente, había unos 4 kms para bordear la presa. Antes de eso, ya había algunos que se habían quedado en el hotel, otros que al llegar a la presa decidieron dar la vuelta y otros pocos que, al terminar este tramo, no subieron los 12 kms finales.

A este puerto, subimos menos de la mitad del grupo. Yo por casualidades, entre que alguno se dio la vuelta, otros que se pararon y otros que no subieron, me hice casi toda la subida prácticamente solo y como me iba diciendo la furgo, era "cabeza de carrera", pero eso era lo de menos. 

Ya en los 12 kms finales, al principio era muchas curvas de herradura entre praderas y bosques, y aunque había kilómetros enteros por encima del 12%, con cabeza se superaban. Lo peor fueron los 4 kms finales. 

Estos kms, la vegetación había desaparecido por completo, apenas había coches y ciclistas no veía a nadie. La cabeza me decía que para que sufrir tanto, pero ya era una cuestión de orgullo, ganas y que no creo que vuelva en la vida. Ademas, la hidratación era fundamental, ya que cada 10' me obligaba a dar un sorbito al bidón, el que me rellenaron a falta de 4 y 2 kms, porque a esas alturas iba seco. 

Ademas, como en todos los puertos con curvas de herradura, el truco es tomarlas por fuera, ya que la pendiente suaviza un poco y te sirve de descanso. Y cuando suaviza decimos que de un 11-12% baja a un 8%. A ese nivel de "suavidad" estamos hablando. 

Poco después, a falta de 4 kms, me empezaron a pasar a algún compañero, por ejemplo, Fabián (de Alicante y como subía) o Luis (de Bélgica), y me vinieron de lujo, porque, aunque suben mejor que yo, tenerlos delante y a la vista, me ayudó muchísimo a no rendirme. 

Quiero indicar que iba tan justo, que como he comentado, entre los kms 4 y 2 me rellenaron el bidón 2 veces y en esos 4 kms, me tome 2 bidones, de la humedad tan alta que hacía por aquellas alturas. 

Finalmente coroné el puerto muy muy cansado, y en esos momentos empecé a darme cuenta de que mi 36x32 se me iba a quedar muy largo, y que debería haber montado un 34 de plato. Gran error.

Pero había subido y arriba, hacía un frio importante, por lo que tocaba abrigarse bien. Contemplar los impresionantes picos rocosos que nos rodeaban y ver que ahi arriba, era una estación de ski y punto, que éramos los únicos seres vivientes a esas horas por esas latitudes. 

Arriba del todo, gracias al cartel del restaurante. 

Y después de sufrir, tocaba disfrutar bajando. Casi 30 kms hasta el hotel, que yo al menos disfruté una barbaridad. Primero porque era una bajada rápida, muy fácil y, además, sin coches. Era cerca de las 5 de la tarde, y los lugareños a esas horas, ya estaban casi cenando, por lo que teníamos la carretera para nosotros solos y fue una delicia de descenso. 

Las curvas de herradura de la subida. Una delicia para bajar y un sufrimiento para subir

Eso sí, llegué vacío por completo al hotel y lo primero que pregunté es a qué hora se cenaba. Dicha cena estaba disponible a partir de las 6:30 y el organizador, indicaba que bajáramos a cenar a las 7:30, pero yo después de una ducha y resistirme a la tentación de tumbarme en la cama (si me duermo un rato, fastidiaba la noche), a las 6:30 estaba cenando el primero porque necesitaba comer, estaba completamente vacío. 

Eso sí, poco después comenzaron a venir todos los demás, pero el primero en abrir la cena fui yo, porque realmente lo necesitaba. 

Después de la cena, un paseo con algunos compañeros para bajar la cena, hablar con la familia por teléfono y a la cama. Al día siguiente tocaba la "cima coppi" de toda la semana. Y si era como el día de hoy.................buffff.

Resumen del día


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