Un día de lujo
Después del sábado con lluvia y la suspensión de nuestra etapa por lluvia, no las tenía mucho conmigo de cara al domingo. Y es más, por dormir algo regular, a las 4 de la mañana me tuve que levantar y llovía a cantaros, muy mal presagio y era muy pesimista en cuanto a que unas horas después luciera el sol.
Pero fíjate por donde, apenas 4 horas después, lucía un sol espléndido y ni una sola nube, es decir, íbamos a tener un día magnifico. Es lo que tiene la montaña, el tiempo cambia mucha facilidad.
Visto el tiempo, cambiamos el plan, que inicialmente era subir Spandalles y Hautacam, pero decidí cambiar por Cauterets/Pont d'Espagne y Luz Ardiden. Asi que a desayunar rapidito, a recogerlo todo y al lío, que además, luego tocaba volver y era una tirada larga de coche.
Para comenzar, casi 12 kms de bajada hasta Pierrefitte-Nestalás, donde estaba el comienzo del puerto de Cauterets/Pont d'Espagne, que fue mi primer puerto de los Pirineos la primera vez que vine por esta zona, y de eso ya hacía por lo menos 25 años.
Ya al comenzar, la ropa de abrigo que llevábamos (manguitos y chaleco) empezaba a sobrar, que aunque bajando hacia algo de fresquito, ya el calor comenzaba a apretar, sobre todo subiendo. Este puerto tiene como dos partes, una primera hasta el pueblo de Cauterets y una segunda desde este pueblo hasta Pont d'Espagne.
La primera parte no es muy dura, se puede hacer a muy buen rimo y cadencia, salvo un tramo de 4-5 curvas de herradura muy cortas y muy chulas por cierto. Además, no recordaba yo muy bien este pueblo de Cauterets, pero me pareció muy grande y con mucho estilo, es decir, un buen lugar para poder estar un par de dias disfrutando del entorno y en modo visita.
A la salida de este pueblo, hay dos posibles subidas. La primera a Pont d'Espagne (que es la que hicimos) y la segunda a Cambasque (de unos 5kms), que fue final de etapa en el Tour y que yo no conocía, asi que esta va a la lista de pendientes, junto con los otros 3 puertos que me quedan. La excusa perfecta para volver en 2026.
Hasta aquí íbamos los dos juntos y sobre todo le iba contando a mi hijo, de lo que me acordaba y de lo que no. Ademas, a la salida, tocaba la anecdota del día, donde vimos a un señor de por lo menos 80 años, subiendo con su bici, a su paso pero subiendo. Un mérito tremendo.
Nos dirigimos a Pont D'Espagne, cuya carretera al ser domingo, empezaba a haber mucho más trafico, no demasiado pero si se notaba que había coches. Carretera que iba prácticamente paralela a un rio con sus innumerables cascadas y bastantes curvas de herradura, lo que hace que se subiera a bastante altura con bastante rapidez. En realidad, el puerto es una preciosidad, un redescubrimiento para mi 25 años después, además, desde el pueblo, esta zona es Parque Natural del Pirineo.
Una vez terminado el puerto tocaba la foto de rigor, ver el impresionante paisaje y volver de nuevo a Luz Saint-Sauveur para comenzar la segunda subida del día: Luz Ardiden, aunque antes deberíamos de afrontar los 12 kms iniciales que aunque no fueran subida propiamente dicha, si que era un falso llano pronunciado, de esos que pican y te desgastan.
Pero antes de eso, la foto arriba y charlar 5-10' con una pareja de Murcia que también habían subido. Nosotros les hicimos la foto y ellos a nosotros, asi que todos contentos.
Ya una vez abajo, los 12 kms cuesta como he comentado antes y no fuimos precisamente despacio, el tiempo apremiaba y no había tiempo que perder. Aunque fuera consciente que quizá estos esfuerzos se podrían pagar mucho mas adelante.
Una vez vuelta en Luz, tocaba subir a Luz Ardiden, y de nuevo otra anécdota, aunque esta vez con una persona que digamos que era un poco subnormal. Al poco de empezar, mi hijo y yo íbamos a ritmo subiendo Luz Ardiden, y antes de terminar el primer kilómetro pasamos a una señora de unos 50 años que iba con eléctrica, muy despacio. No le dijimos nada y cada uno a lo nuestro, resulta que a los 30 segundos de pasarla, nos pasó ella como una centella con su bici eléctrica sin dar prácticamente pedales y además, en posición aerodinámica ¡¡subiendo!!. Normal que a los "eléctricos", los que hacemos ciclismo de verdad, no los podamos ni ver. Mucho subnormal encima de estas motos. En fin.......
Un poco mas arriba, pasamos a otro señor que iba vestido de Bora y fue todo un descubrimiento, al principio cuando le pasamos, nos dio palabras de animo en español y le devolvimos los ánimos, resulta que era de San Sebastián. Quedo ahí la cosa y seguimos nuestro camino.
Las vistas a lo largo de la subida, realmente impresionantes
Pero al igual que en el Tourmalet, tocaba volver a pinchar subiendo. Y ya es mala suerte, me tiro 6 meses sin pinchar y resulta que en 3 dias lo hago en el Tourmalet y en Luz Ardiden, y no, no era por descansar al estar subiendo estos dos colosos.
Pues nada, toca cambiar pinchazo, que lo hice en apenas 10' y para arriba, mientras esto ocurría, nos volvió a pasar este caballero de San Sebastián y un tándem.
Arrancamos de nuevo y a los 5' me doy cuenta, que donde he parado a reparar el pinchazo, me he dejado las gafas alli. Asi que le digo a mi hijo, que tirara para arriba mientras yo bajaba a por las gafas y luego ya le cogería.
Una vez recuperada las gafas, vuelta a subir ese kilómetro desandado y a ritmo alto, ya que quería coger a mi hijo cuanto antes. El caso es que estos esfuerzos, al final se pagan, ya que cuando cogi a mi hijo unos 10' minutos después, literalmente me quede vacío. Es decir, vino el tío del mazo y hacía mucho tiempo que venía a verme.
Fue irremediable ver a mi hijo alejarse poco a poco, mientras yo penaba por detrás. Pero mientras tanto, me volví a juntar con el señor de San Sebastián, asi que no hay mal que por bien no venga, nos pusimos a charlar un rato. Nos hicimos compañía mutuamente.
Y la verdad es que fue todo un descubrimiento, esta persona se llamaba Jon, era de San Sebastián y andaba por alli, dado que tenía un apartamento por la zona. Un rato muy agradable la verdad y disfrutando de su afición por la bicicleta, ya me gustaría a mi, dentro de unos años estar igual..............
Poco después llegué a la zona de los últimos 3 kms, donde yo iba un poco mas rapido que Jon y quedamos en vernos arriba. Esta zona final, se despeja por completo y desde abajo se ve perfectamente toda la trazada.
Yo desde abajo, veía perfectamente por donde andaba mi hijo mientras yo iba penando por detrás, bastante más atrás, pero claro, el 16 añitos y yo unos cuantos más.
Finalmente, ya en la zona final, conseguí incluso vislumbrar a mi hijo como me estaba esperando pacientemente sentado en la última curva de la subida.
Foto en la última curva. Autor: mi hijo sentado esperándome
Ya arriba, foto de rigor mientras Jon llegaba, al que de nuevo saludé y le presenté a mi hijo. Nos despedimos y quien sabe si alguna vez nos volvemos a encontrar. Ya la bajada, la hicimos despacio y con precaución, al pinchar en la subida, pude ver que mi cubierta de la rueda trasera estaba ya en las ultimas y por tanto, la posibilidad de un reventón bajando por el calor de la rueda, no era imposible. Así que despacio los 9 kilómetros finales.
Otro puertaco con mi hijo
Una vez llegado a Luz, después de un descenso apacible y sin contratiempos, tanto mi hijo como yo, llegamos literalmente hambrientos, asi que según llegamos fuimos a una pizzeria a comprar para cada uno una pizza margarita y un refresco, que cuando llegamos a la furgo, literalmente volaron en 10'. Aparte que estaban muy buenas, estábamos ya hambrientos, y más yo que había hecho los 5 kms finales de Luz Ardiden totalmente apajarado.
Una vez cambiados, tocaba volver a casa y los primeros kms no eran fáciles, ya que la ruta a casa implicaba subir el Soulor/Aubisque y el Portalet (con sus correspondientes bajadas), antes de llegar a Sabiñanigo, donde empieza la autovía prácticamente hasta Madrid, llegando a casa cerca de las 10 de la noche.
En resumen, estos tres dias los he disfrutado. Hace ya varios años, cuando mis hijos eran pequeños, alguno mostraba interés por la bicicleta y ya entonces, me dije que ellos podrían ser mi billete para volver a Pirineos/Alpes con ellos, imaginando subir algun puerto con ellos y disfrutando ambos de nuestra afición. Pues bien, a veces, y solo a veces, los sueños se cumplen y este es uno de ellos.
Ademas de estar pensando en 2026, para volver con él para subir algún puerto mítico como Aubisque o Hautacam, aunque tambien por mi parte, tachar los únicos 4 puertos que me quedan de la zona: Coraduque, Cambasque, Borderes y Saugué.
Y en dos semanas: Suiza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario