sábado, 6 de agosto de 2016

Escapada Asturiana-Sanabresa (y 3) : La guinda del pastel.

Después de dos días, afrontaba el tercer día de puertos. Esta vez, al igual que dos días antes, me desplazaría para cazar puertos de entidad. Esta vez, el destino elegido era Villafeliz de Babia, incluso más cerca que Pola de Lena de dos días.

Al igual que entonces, toco madrugar, pero esta vez no tanto (6 am) para hacer un desplazamiento de 1h 30', con lo que a las 8 de la mañana ya estaba con el coche allí dispuesto a cazar más puertos.

El primero de la lista, era el Puerto de Ventana por la parte de León. Según un letrero que estaba a 1 km de donde deje el coche, era un puerto de 13 kms, pero nada más lejos de la realidad, cuando en realidad son 18 kms. Una broma de mal gusto la verdad.

Pero tampoco era para rasgarse las vestiduras, por este lado, el puerto es normalito, salvo los últimos 3-4 kms que, si sube, todo lo anterior es prácticamente un falso llano. Lo más destacable es el desvió hacia el pueblo de Torrestío, que seguramente no dirá nada, pero si dijera que es la vertiente leonesa del Puerto de la Farrapona, entonces os sonaría mucho más. Este puerto, pero por la otra vertiente, me lo anoto para otra ocasión.

Como comentaba, el puerto de Ventana por León, no tiene mayor misterio. El paisaje que tenía si es importante destacarlo, ya que eran picos en roca rodeado de praderas verdes y marrones. Muy bonito la verdad, pero el contraste con la otra vertiente era brutal.


Por ejemplo, con la temperatura, hasta la cima del puerto, iba con camiseta interior, chaleco y manguitos a pleno solo madrugador, y realmente no me sobraba absolutamente nada de nada. Pero una vez coronado el puerto y comenzado el descenso, la temperatura subió de golpe 10 grados, me sobraba todo y además, según iba bajando me adentraba en las nubes que había abajo en el valle de Teverga.

Porque esa es otra, el cambio de paisaje fue radical. Antes eran picos de roca, ahora eran picos absolutamente verdes y rodeados de praderas, árboles y bosques. Una delicia, así como los casi 20 kilómetros de bajada hasta San Martin de Teverga sobre un asfalto en perfecto estado. Y cuando digo perfecto, me refiero a perfecto, con lo que, en este descenso, con curvas, pero no excesivamente técnico, es simplemente una delicia bajar. 


Eso sí, al revés te encuentras un puerto de 20 kms desde San Martin de Teverga, que se antoja cuando menos complicado y muy bonito.

Una vez en San Martin de Teverga, comenzaba el puertaco del día: San Lorenzo. 11 kms con unas rampas mínimas del 10%, o eso es lo que veía yo, que cada vez que miraba el garmin no dejaba de ver 10-11-12-13-14% de pendiente. Duro de verdad, bonito y pleno sol, además de un asfalta perfecto, lo que en Asturias es toda una novedad.

Una vez llegado arriba y haber salido de las nubes que había en el Valle de Teverga, tocaba bajar por la otra pendiente, 11 kms que como te descuides alcanzas los 80-90 km/h bajando como mínimo. Eso sí, por ambas vertientes, la dureza del puerto es muy similar. Por cierto, en la cima del puerto, era la puerta al Parque Nacional de Somiedo.




Una vez terminado el descenso, se llegaba a la localidad de La Riera, donde se giraba a mano izquierda y 7 kms para llegar a Pola de Somiedo. Estos 7 kms son una belleza, ya que prácticamente vas todos estos kilómetros paralelos al rio Somiedo por medio de una garganta y paredes de roca. En este trayecto, a mitad de camino podemos encontrar el desvió a La Farrapona (que hemos comentado antes por la vertiente leonesa), que dejare anotado en el disco duro para otra ocasión.

Yo, sin embargo, seguía hasta Pola de Somiedo, donde comenzaba el puerto de 14 kms. La verdad es que el puerto no tiene grandes porcentajes ni desniveles, pero es una preciosidad de puerto, con muchas curvas entre montañas, con curvas y entre praderas, con una pendiente mantenida prácticamente todo el puerto del 6-7%.

Lo más destacable la recta final, donde justo arriba hay un pueblo llamado “El Puerto”, donde prácticamente en la raya del puerto, a un bar donde después de dejar seco los bidones subiendo, viene de maravilla para reponen líquidos.


Una vez hecha la parada técnica, la bajada por el otro lado, no tiene absolutamente nada destacable. Solamente el hecho que al igual que el puerto de ventana, por el lado de León es un paisaje absolutamente distinto al lado asturiano. Es increíble cómo cambia el paisaje en función de la vertiente por la que subes o bajas.

Una vez terminado el poco descenso de Somiedo por el lado de León, hasta el pueblo de Piedrafita de Babia, fue girar a la mano izquierda y directo durante 15 kms hasta donde deje el coche. Mas plano aquello que el pasillo de mi casa donde puse un buen ritmo a todo trapo incluso con tramos con el viento a favor y un asfalto magnifico.

El único punto negro, el payaso montando en bici que alcance. Un tío con bici de carretera, y luego no me extraña que pasen las cosas que pasen, iba montando por el medio del carril, pero tal cual, y eso que íbamos con una carretera con un arcén que ya quisiéramos por Madrid. Increíble. Y no es que precisamente fuéramos solos, porque sí que había tráfico, pero nada, el tío con un par, por medio del carril. Al pasar le dije un par de cosas educadamente, cosa que él no me respondió con la misma educación. Me dijo que me fuera por “ahí” y que me iba a soltar un par de….

Ni caso, agaché la cabeza y apreté más aún. No subiré una mierda, pero en llano, con viento a favor......que me coja. No me duro ni 200 metros. Reventado lo dejé por allí. Pero yo a lo mío, quince minutos más tarde llegue a mi coche, recoger los bártulos y rápido a casa. Y en poco más de 1h 45’ en casa, para pasar la tarde con los peques.


Después al día siguiente, antes de volver por la tarde a Madrid con mis niños, aproveche para darme una vuelta por Sanabria, para recordar terrenos por los que yo me inicie en este mundo culminando con la pequeña pero matona subida a Murias. Y poco más.




La verdad es que han sido 4 días que he disfrutado de mis hijos, de Sanabria y de la bici, subir puertos con tranquilidad y no con mis prisas habituales, es fantástico. Hacia 3 años que no podía hacer algo así por las circunstancias, y la verdad es que me ha venido de maravilla.

Ahora vuelta a la rutina, esperar las vacaciones y quién sabe si podre ponerle la guinda al pastel con una visita a Pirineos. No estaría mal………..


Hasta la próxima.

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