domingo, 15 de diciembre de 2024

Alpes austríacos - Día 8 - Etapa 7


 Y llegó el último día de mi particular Tour de Francia, en este caso, mi Tour de Austria. 7 etapas seguidas con puertos todos los dias, con mas de 2.500 metros de desnivel todos los dias y con un buen puñado de horas todos los dias encima de la bici. Y como en mi es habitual, según iban pasando los días me iba encontrando mejor, ya que soy un tipo de fondo.


El caso es que afrontar esta ultima etapa era una incógnita para mí, nunca había montado tanto y de tantas palizas de tan seguido, a lo sumo 5 dias a este ritmo de puertos y horas, pero ¿siete? Jamás. Pero me quería tomar con filosofía el último día, eran 3 señores puertos y algunos tenían unos porcentajes que sobre el papel asustaban.

 

El perfil de la etapa final

Como era habitual, el desayuno no era copioso, era lo siguiente, no creo que en mi vida me haya metido desayunos de tal calibre, pero es que lo quemas todo fijo a lo largo de la etapa y hoy, el día no iba a defraudar a nadie.

 

Para empezar, mi compañero de habitación ese día decidió no salir y quedarse por la zona, haciendo turismo. Bueno, yo no había venido a eso, asi que ni tan siquiera me lo plantee, yo a lo mío que para eso estábamos aquí y había estado todo el año pensando en esto, no era cuestión de rajarse en el ultimo día.

Mapa y recorrido de la etapa final, de nuevo partido en dos, por el dichoso Garmin

Los primeros kilómetros, fueron prácticamente todos por carril bici, muy separados de la carretera con lo que íbamos en grupo y a buen ritmo, aunque si que es cierto, que en algún tramo nos encontramos la sorpresa de estar en “modo sterrato” pero eso lo hacia mas divertido aún, pero en líneas generales, la red de carriles bici de aquí es realmente impresionante.

 

Después de esos primeros kilómetros, nos topamos con el primer puerto del día, con mucho tráfico, por cierto, ya que era sábado y eso se notaba. El primero del día era el Wurzenpass y a mucha gente le sorprendió encontrarse con porcentajes del 18% y asi durante 6 kms. Debió haber una buena batalla en la II Guerra Mundial por aquellos bosques, por que a medio puerto había un museo de la II Guerra Mundial (lástima no poder parar) y arriba del todo un tanque americano alli de recuerdo. Parada alli arriba todos para hacerse la foto y recuperar un poco el aliento después de este puertarraco al que subí a mi ritmo cochinero y al tran tran.

Un "tramito" plano en pleno puerto

 

Puerto del Wurzenpass, que flojito no era


Tanque de la II Guerra Mundial

Un poco mas abajo, ya entramos en Eslovenia, y claro había que hacerse la foto en la frontera, no todo los dias se entra en este país, y una cosa muy curiosa, esta lleno de pequeñas tiendas de licor y tabaco, tiene pinta que alli debe ser mucho más barato y los austriacos, pasan la frontera, compran alli sus vicios y se vuelven. Eso explica que, hasta ese punto, y más en sábado, había bastante tráfico, pero desde ahí en adelante, mas bien poco. Otra cosa a destacar, la calidad del asfalto. En Austria, todas las carreteras perfectas, pero fue entrar alli y la carretera se volvió “mas botosa”, como cuando uno esta montando en Guadalajara y de repente entra en Teruel. Una provincia con las carreteras estupendas y las turolenses, echas una mierda (sé muy bien de lo que hablo), pues lo mismo.

 

Entrada a Eslovenia

Una vez que bajamos el puerto, llegamos a la población de Jasna, donde hicimos el primer avituallamiento. Un sitio idílico, con unos lagos con un azul turquesa precioso, que daban ganas de tirarse de cabeza para refrescarse por que el calor empezaba a apretar. Por lo visto, es un lugar típico de vacaciones para eslovenos. No me tiré de cabeza, pero los pies con zapatillas de bici y todo pues sí. Había que refrescar los pies un poquito. Ademas, era la población desde donde comenzaba el segundo puerto del día, el Puerto de Vrsic.

 

Lugar de vacaciones en Eslovenia, precioso lugar

El puerto comenzaba suave, pero pronto comenzaría la verdadera característica de este puerto, sus curvas de herradura (concretamente 24), pero lo más notable es que TODAS estaban empedradas. Si, habéis leído bien, era como una especie de puerto de San Gottardo que tiene tramos de pavés, Y el truco era ir por el interior o por el exterior, por el vierte agua, cuando estaba en condiciones, Ademas, a la mitad de este puerto, hay una capilla en homenaje a prisioneros de guerra rusos de la Primera Guerra Mundial que construyeron esta carretera y murieron muchos de ellos por un alud de nieve. Cuando yo pasé estaban en plena celebración de misa ortodoxa y había bastante presencia policial, digo yo por el lio de Rusia vs Ucrania.

 

Una curva de herradura y con pavé, la número 13

Una vez terminado el puerto, arriba estaba lleno de gente (se notaba que era domingo) y la furgoneta, paró un poco más abajo en un pequeño apartado en la bajada, para estar mas tranquilo y avituallarse tranquilamente. La etapa estaba ya casi hecha, pero lo que quedaba iba a hacerme sufrir como no lo había hecho los dias anteriores.

 

Cima del Puerto de Vrsic, bonito.

Vistas desde arriba del puerto de Vrsic

Una vez terminado el avituallamiento, comenzaba la bajada por el otro lado (y sus 26 curvas de herradura), pero luego durante bastantes kilómetros fuimos paralelos al rio Koritnica, que eran kilómetros muy pestosos, con mucho calor y de vez en cuando con algún repecho un poco “cabroncete”. Después de ese tramo, en el pueblo de Koritnica, comenzaba la subida al puerto de Mangart, y 15 kms que poco a poco iba picando para arriba. Y desde ese pueblo, no iba nada bien, hacia más de 32 grados de temperatura y buscaba fuentes desesperadamente. Al poco, me pasó Tomás, un compañero de expedición, que viendo que iba muy justo, se puso unos kilómetros delante de mí, marcándome el ritmo y poco mas adelante, en un pueblo (no recuerdo el nombre) ambos paramos en una fuente, donde bebimos agua hasta hartarnos, llenamos los bidones, los cascos los metimos en la fuente y nos refrescamos de arriba abajo, en apenas 10’. Poco después, reanudamos la marcha, pero yo iba sin ir y Tomás tiro para adelante, mientras yo me marcaba el ritmo.

 

Poco después, venia el desvío al puerto en sí, es un ramal donde se sube y se baja por la misma carretera, ahí podía seguir recto para Italia y saltarme el puerto, pero haciendo de tripas corazón, me tiré por el desvío y para arriba. El arranca del puerto es durísimo, donde tuve que estrujarme lo mío para superar los primeros 2-3 kilómetros, justo hasta el peaje del puerto, donde los vehículos a motor deben pasar por caja para poder seguir subiendo. A partir de ahí, suavizaba, pero seguía siendo un puerto en toda regla durísimo y había que echarle cabeza, había tramos del 20%, pero de pronto comenzaba a encontrarme mejor y fui encontrando mi ritmo, es decir, ese momento de crisis lo había dejado atrás, pero no era cuestión de confiarse, ya que quedaba un mundo hasta arriba.

 

Desvío hacia el puerto de Mangart. 


Sufriendo en las rampas de puerto


Y asi todo el rato......

Pero vino la anécdota del día, yo iba a mi ritmo, y había bastantes ciclistas subiendo la verdad, uno de los que cogí que iba fundido (extranjero) iba con bici eléctrica y cuando le pasé se soldó a mi rueda, y asi durante casi toda la subida. Ni un solo relevo, ni una sola palabra, solo le oía jadear y como le iba dando mas gas a su bici eléctrica para no quedarse, y eso que yo subir, lo que se dice subir no soy Pogacar, mas bien soy un trotón, pero ahí iba el tio. Al final, después de estos 7-8 kms, se veía al fondo el aparcamiento donde estaban todos los coches aparcados, eso me dio nuevas fuerzas, por que pensaba que se acaba ahí el puerto, pero no, después de la barrera, otros 2 kilómetros más, concluyendo con un lazo arriba (podías ir por la derecha o la izquierda, que acabas en el mismo sitio) y por fin llegue arriba. Y la verdad es que merecía la pena por las vistas que eran realmente impresionantes, pero ni un solo puñetero cartel de que estábamos arriba.

 

Cima del Puerto de Mangart, con unas vistas espectaculares.

Poco después, bajada de nuevo al aparcamiento para hacer el avituallamiento y luego bajada todos juntos para volver a Villach, que aun nos esperaban cerca de 50 kms. Una vez ya en la carretera principal, entramos en Italia por el puerto de Predil y mas adelante, el grupo que íbamos, que éramos unos 10-12 decidimos parar en un lago a darnos un chapuzón, asi que dicho y hecho, en el lago de Predil, en el centro náutico que había, nos fuimos todos para allá. Estaban las playas de lago llenas de gente bañándose, y claro, de repente llegamos alli todos, nos quedamos en cullote y todos al agua y como buenos españoles, haciéndonos notar.

 

Un baño con los colegas en un lago italiano, sin duda, lo mejor del día


Sitio idílico para pasar la tarde

De hecho, había gente que había estado en Suiza el año pasado y en Dolomitas hace dos años, y eso de darse un baño en lago de montaña, lo tomaban como costumbre de “ritual final”. La verdad es que el sitio era precioso, el azul del lago era precioso y el agua, esta helada, pero con lo cansados que íbamos y con el calor que hacía, nos sentó ese baño de maravilla. Al rato, reanudamos la marcha, que aun nos quedaban cerca de 40 kms que al final fueron casi 50 por que nos encontramos algún tramo cortado y tuvimos que actualizar la ruta por alguna ruta alternativa, pero bueno, era el último día y poco importaba ya.

 

Foto final del grupo que íbamos a nuestra bola y disfrutando de la última etapa

Luego, los 30 kilómetros finales, de nuevo por el carril bici que cogimos al principio de la etapa para llegar al hotel, casi a las 7 de la tarde con casi 160 kms en las patas y cerca de 8 horas de bici, pero yo al menos iba de lujo, demostrando que soy un tio de fondo. Ademas, fue llegar, ducharse y al poco la cena, y simplemente todos la devoramos.

 

Y se acabó, se acabo la aventura que he disfrutado muchísimo y pensando en repetir el año que viene. Solo faltaba al día siguiente, volver a casa desde el aeropuerto de Venecia. 

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Alpes Austríacos - Dia 7 - Etapa 6

Pues comenzamos el día con “fumata blanca” como quien dice, ayer a ultima hora y hoy en el desayuno, prácticamente todos decidimos no subir los dos puertos incluidos en el menú del día, el “speicher” y el “ochenike”, ya que lo que estábamos viendo todos, es que simplemente eran dos infiernos que no merecían la pena, y además en una etapa de 150 kms. De los 25 que somos, solo 6 valientes decidieron hacer la etapa completa, mientras que todos los demás, directos hasta Villach, y visto lo visto, acertamos todos de pleno.

La teórica "etapa del día".

La ruta del día


Ejemplo de lo que nos evitamos en esos dos puertos. 

Para hacer nuestra ruta, fuimos todos agrupados prácticamente todo el rato, por carriles bici, que como he comentado con anterioridad, están francamente bien, perfectos para la practica del ciclismo y alejados de las carreteras, que al menos en ese traslado, tiene mucho tráfico.

 

Una iglesia típica de alli, en todos los pueblos.

Hubo un tramo, que fuimos todo el rato paralelo a un lago espectacular, que con la buena temperatura que hacía, a muchos nos dieron ganas de parar y darnos un chapuzón, cosa que no hicimos y nos arrepentimos, y las oportunidades de hacerlo, se iban terminando.

 

Cierto, que era una etapa tranquila, que nos vino muy bien para recuperar, pero a pesar de todo, se hizo pestosa, sobre todo al final, que había un muro de 3kms, pero donde me encontré realmente bien y creo que nos vino bien a todos, ya que pasar de estar 5 dias subiendo sin parar y de repente no hacer nada, lo podíamos pagar con crees al día siguiente, en la ultima etapa en Eslovenia.

 

Etapa tranquila por carriles bici austríacos.

Llegando a nuestro destino

Una vez pasado ese muro, llegamos al hotel cerca de las 14:00, bastante antes de lo que suele ser habitual, lo que hizo que me pudiera dar una ducha y cambiarme rapido, para darme un paseo hasta Villach y hacer “algo de turismo”.  Pero la realidad, es que el hotel estaba situado a mas de 3kms de Villach asi que el paseo me resulto muy largo, ya que, entre ir y volver, a parte de los mas de 100 kms en bici, me hice casi 10 mas andando y mi temor era si al día siguiente me pasaría factura en la etapa.

 

De paseo por Villach

Poco más tarde, mientras estábamos cenando los que vinimos directamente, llegaron cerca de las 19:00 los 6 valientes que hicieron los dos puertos, y venían totalmente destrozados, recibidos con un merecido aplauso por parte de todos, por que al final, no eran 150 kms teóricos, sino que les salieron casi 180 y mas de 4.000 metros de desnivel. Una burrada para el 6º día y teniendo al día siguiente la traca final.

 

Una buena cena para afrontar el último día

Ya por otro lado, estando ya en el séptimo día de casa, ya echo mucho de menos a mi mujer y mis niños, me encantan estas aventuras y escapadas, pero al final, se hace largo. Y eso que en el grupo hay un grandísimo ambiente, hemos congeniado todos muy bien y eso se agradece, me encantaría coincidir de nuevo con ellos en alguna otra escapada de estas. De hecho, hay grupitos, que se conocen de años anteriores, y se ponen de acuerdo durante el año para ir juntos, es decir, han cultivado una amistad con los años y eso, la verdad, me produce envidia sana.

 

Los datos del día, tranquilos pero mas de 4 horas.....

Bueno, al día siguiente última etapa, que promete y mucho. Esto ya está hecho.

martes, 10 de diciembre de 2024

Alpes Austríacos - Dia 6 - Etapa 5

Bueno, pues a por otra etapa más en el Tour de Austria, después de haber dormido mucho mejor que el día anterior, aunque el cansancio acumulado ya empieza a ayudar en eso, me tomé un buen desayuno, aunque con precaución ya que tanto buffet por la mañana te entra por los ojos y a veces puedes comer más de lo recomendable.

 

La verdad es que el pueblo de Zell Am See tenia pinta de ser bonito, y mientras se cargaban las bicis y bajaban el resto de los participantes, a los que esa mañana parece que se les habían pegado las sábanas, me di una vuelta por el pueblo, para ver que la iglesia estaba en una pequeña colina y que su entorno era realmente precioso. Lastima que la noche anterior llegáramos tan tarde, me hubiera gustado haber dado una vuelta con mas tiempo y poder verlo un poco mejor.

 

La etapa del día

Hasta el glaciar del Grossglockner duró el garmin

Desde el glaciar del Grossglockner

Ya una vez que estábamos todos, comenzamos la ruta y fuimos los primeros kilómetros por carril bici, el cual, destacar que era simplemente una maravilla. Ojalá tuviéramos carriles bici asi en España. Yo no lo sabía, pero un compañero asturiano nos informo a varios, que a donde íbamos, era el sitio mas visitado de toda Austria, algo que nos empezamos a dar cuenta según nos acercábamos al inicio del puerto, ya que empezaba a haber mas coches y que al principio del puerto, había un peaje para cualquier tipo de vehículo a motor. Las bicicletas, y había muchos ciclistas por la zona, pasábamos por un pequeño peaje, pero sin pagar, pero estaba claro que esos coches acumulados del peaje, nos los íbamos a encontrar durante toda la subida.

 

Ademas, un reciente concurso, había determinado que esta subida, era probablemente la carretera mas bonita de toda Europa por sus vistas y su trazada, y visto lo visto, es muy probablemente que lo sea, yo al menos, ha sido de las carreteras con el entorno más bonito que he visto. Sin duda, merece realmente la pena. Si a eso le sumamos, que el puerto es realmente duro y los tramos finales con curvas de herradura, hace que sea un puerto que no hay que dejar pasar ni de dejar de subir si te gusta el ciclismo.  La única pega como comento, el tráfico.

 

Todas las curvas numeradas

Tambien, hay que mencionar que a 2kms de la cima, se podía seguir recto o subir a Edelweispitze, que es donde realmente teníamos que subir, y que los dos kms finales son totalmente empedrados, y que según algún compañero era muy similar al San Gottardo suizo, que espero que pronto, pueda subir. En ese desvío, con un gran aparcamiento era donde nos esperaba la furgoneta con el avituallamiento, es decir, era subir hasta arriba y bajar por el mismo sitio hasta el avituallamiento.

 

Sufriendo en el pavé, como Tom Boonen.....igualito

Últimos kilómetros con un "divertido" pavé

Foto en el cartel: Edelweispitze

Entre puerto y puerto: avituallamiento

Lo que una vez mas y un día más, no dejaba de acordarme de por qué demonios no tuve la feliz idea de poner el plato de 34 dientes y no presentarme alli con un 36, y aunque 2 dientes no parezcan mucho, realmente es una barbaridad con estas rampas y kilómetros que me he ido encontrando todas las etapas. Sin duda, sería una de mis recomendaciones para cualquier que quiera venir por aquí alguna vez. Pero era lo que había, asi que, a mi ritmo, con más chepazos de los recomendados y tirando de riñones, lo subo todo.

 

Una vez coronado el puerto, que estaba atestado de gente con unas vistas, realmente impresionantes, más que nada porque estábamos muy cerca del glaciar del Grossglockner, comenzamos la bajada y al pasar un túnel, llegamos al Puerto del Hochtor, donde paramos todos para ver las vistas y hacernos la foto con el maillot oficial de la marcha, que, por cierto, era realmente bonito. Muy sencillo pero muy bonito.

 

Luego tocaba seguir bajando el puerto, con una bajada relativamente fácil, aunque yo iba buscando alguna fuente para rellenar los bidones, ya que, con el calor, estaba bebiendo mucho. Un poco más adelante estaba el desvío al glaciar, que excepto el último kilómetro, era una subida muy tendida. Además, se daba la circunstancia que el último kilómetro era el mas duro y tambien el más curioso, ya que se hacía por una galería anti-avalanchas, por lo que el ruido era ensordecedor, por que era como subir por un túnel con mucho eco.

 

Pero una vez arriba, solo queda decir que me quedé realmente impresionado, no solo por el paisaje sino por toda la infraestructura que tienen montada arriba, y estamos hablado de una altitud de casi 2.400 metros, pero alli había varios señores edificios, una explanada totalmente equipada. Vamos que aquello parecía la explanada que hay delante del palacio real de Madrid. Y por supuesto, lleno de gente no, lo siguiente, pero la vista merecía la pena y si, además, teníamos un sol estupendo…………no se puede pedir más. Y diga lo que diga sobre el entorno, se queda corto.

 

Altitud en las instalaciones

Menudo chiringuito tienen aquí: instalaciones tremendas

Las vistas son realmente impresionantes

La foto de rigor con el cartel del puerto


Otra foto de grupo en el glaciar

Después la bajada, la hicimos siguiendo el track e hicimos muy bien, ya que al poco de comenzar nos desviamos por una carretera secundaria que nos llevo por la ladera de la montaña por carreteras entre pueblos de montaña, sin duda un gran acierto para evitar la bajada por la carretera principal. Eso nos hizo que viéramos por ese entorno, la Austria de verdad.

 

Poco después, volvimos a salir a la carretera principal, a 18 kms de nuestro destino, prácticamente todos llanos donde fuimos todos juntos y de charla, aunque yo iba un poco justito y estuve sufriendo los últimos kilómetros, en los que me hubiera gustado soltarme, pero como iba sin Garmin y sin track, hacerlo era algo arriesgado. Pero se sufrió un poco y llegamos todos juntos.

 

Luego en el hotel, aunque la ubicación no era mala, se notaba que estaban un poco desbordados. Era un hotel de montaña y para el invierno, durante el verano no estaban preparados, pero bueno, conseguimos cenar, luego paseo y a la cama, que al día siguiente……………….mucho más.

 

De hecho, había en el menú del día siguiente, dos puertos que por lo visto eran absolutamente terribles, tanto por las rampas como el estado de la carretera. Muchos consultábamos blog y paginas que hablaban de esas subidas y todos, o casi todos, estábamos asustados por lo terrible que todo pintaba, ya que los consideraban los dos mas duros de Austria y probablemente de toda Europa. Es decir, tenia pinta de ser una cuesta de cabras, algo que no me entusiasma la verdad………………………

 

Pero bueno, eso para el siguiente post………………….

Los datos del día

Alpes Austríacos - Dia 5 - Etapa 4

Otro día más, y ya vamos a por la cuarta etapa, la que a mí, a priori más miedo tenia, ya que era cuando podría empezar a acusar el cansancio de los 3 dias previos.

 

El día empezó algo torcido, dormí regular y con la tripa algo regular, la verdad es que tanto gel pasa factura, al menos a mi estómago. De todas maneras, pude tomar un buen desayuno, aunque el día amaneció gris y lloviendo, lo que a priori no ayuda mucho y hay que hacer un esfuerzo mental que no te importe mojarte.


La etapa del día


Cuando comenzamos la etapa, los primeros kms iba muy callado, lluvia, hacia frio y preferí ir de los últimos todo el rato, me había levantado muy reservon la verdad y más cuando el primer puerto del día es más de 23 kms para llegar a mas de 2.000 metros de altitud, el Passo del Rombo era un señor puerto se mire por donde se mire.

 

Al comienzo del puerto, como siempre, prefiero ir de menos a más, aunque como me levanté asi regular, la cuestión era saber si iba a ir de menos a menos. Me puse mi ritmo y para arriba con paciencia. Además, la lluvia no cesaba a pesar de que al principio del puerto no hacia mucho frio, pero según íbamos subiendo el puerto, la lluvia arreciaba más y la temperatura empezaba a bajar, aunque es chocante, que por el contrario me iba sobrando toda la ropa que llevaba encima, el cuerpo estaba ventilando calor a toda marcha. Asi que hice el puerto con lo minimo, y el chaleco que llevaba abierto todo el rato.

 

El puerto en sí no era muy duro, tenía kilómetros muy suaves y llevaderos para un corredor trotón como yo, aunque de vez en cuando te aparecía algún kilómetro bastante duro, pero te lo encontrabas de repente, ya que la niebla además hizo su aparición y no se veía apenas nada, ni de paisaje, ni lo que te ibas a encontrar ni nada de nada. De hecho, este puerto, casi en la cima tiene un museo dedicado al motociclismo, toda una obra de ingeniería que pasas por debajo, y que otras circunstancias (calor, sol), te puedes permitir el lujo de parar, entrar 5 minutos, echar una foto………….pero asi con lluvia, niebla, frio…………………ni en pintura, por que si no luego, el frio te come y te costaría mucho mas continuar.

 

Una vez pasado el museo de la moto, hay una pequeña bajada de 1 km que me quede helado, para afrontar los 5kms finales, eso sí, plagado de curvas de herradura, que, aunque sea mentalmente te ayuda porque puedes vislumbrar más o menos lo que te queda. Una vez coronado el puerto, hicimos todos una parada en la furgoneta de asistencia, para abrigarse bien y comer algo, antes de afrontar la larguísima bajada que teníamos por delante, casi 30 kms hasta San Leonardo in Passiria, que al igual que el museo de la moto, en otras circunstancias podría ser una bajada muy bonita de disfrutar, pero con esas condiciones, había que extremar las precauciones y mas cuando los primeros 2 kms había a la izquierda una importante caída, que por mucho muro que hubiera te lo hace pensar dos veces.

 

Primer puerto del día: Passo del Rombo

Monumento a los caídos en la I Guerra Mundial

Ademas, pasados estos 2 kms, te encuentras un túnel sin iluminación, totalmente recto, donde apenas se ve el final del túnel y casi no ves el suelo (típico italiano), donde había que agarrar bien el manillar e ir frenando para que la bici, en terreno desconocido no se te disparase. Pero lo que tiene la montaña, fue salir de este túnel y se acabó el frio, se acabó la niebla, se acabó la lluvia y dio paso a un día totalmente despejado y con un autentico solazo.

 

Nada mas pasar el túnel, paramos todos a contemplar el impresionante paisaje que teníamos delante. Desde luego, era totalmente increíble, por que apenas un poco mas arriba las condiciones no eran nada halagüeñas y, sin embargo, en ese punto, veíamos que iba a ser un día muy bonito y de incluso mucho calor.

Primeras curvas de herradura

Una vez reanudado el descenso, tocaba cerca de 6-7 kms plagado de curvas de herradura con unas rampas muy pero que muy majas, lo que me hacía ver que este puerto, por la vertiente que lo bajamos era realmente duro duro. Pasados esos kilómetros iniciales, la bajada era realmente preciosa y tenia su peligro, pero no por la carretera, que tenía un trazado muy sencillo y fácil de bajar, sino por la espectacularidad de su entorno, ya que no podías evitar quedar mirándote lo bonito que era todo ese valle. De hecho, pare 2 o 3 veces a echar fotos y sin lugar a duda, por muy buen fotógrafo que seas, jamás harán justicia ante lo bonito que era, ya que, sin duda, era de los sitios mas bonitos que yo había visto en bici. Por hacer un símil, era como estar en los dibujos de Heidi. Impresionante.

 

Una vez hechas varias fotos, aun me quedaban lo menos 15-20 kms de bajada y, por tanto, había que concentrarse, ya que tambien que notaba que había algo más de tráfico, lo que hacía que hay que extremar las precauciones. Ademas, en Italia, que ya lo he comprobado las 3 veces que he estado por aquí, en este tipo de puerto suele haber mucho motorista flipado (atontado) y mucho conductor con deportivo quemando ruedas (descerebrado), asi que…………..cuidadin cuidadin con la bajada.

 

El pueblo de Heidi

Unas vistas realmente impresionantes

Quiero una casita de verano aquí

Disfrute mucho la bajada la verdad, y justo abajo era llegar a una rotonda, girar a mano izquierda y comenzar a subir el siguiente puerto, sin un metro de llano ni nada por el estilo. Llegué el primero abajo y comencé a subir, buscando la furgoneta de asistencia, que había montado un avituallamiento, apenas 2 kms de comenzar el puerto. Y la verdad, encontrarte ahí de todo, es una maravilla, charlas con unos, con otros y llenas el depósito. Vamos, como una estación de servicio, solo faltaba que te lavaran la bici, cambiaran las ruedas y te dieran un masaje mientras esperas.

 

Yo en este avituallamiento, estuve muy poco, apenas 10’ y arranqué el primero. Yo no soy ningún escalador y antes o después, me iban a coger asi que como solo era subir, empecé y que ya me cogerían mas adelante. Desconozco cuanto mas tarde arrancaron los demás, el caso es que iba subiendo y subiendo, pero no me cogía nadie, pero yo a mi ritmo y tambien, por que no decirlo, iba disfrutando la subida a pleno sol y a mi ritmo, sin agobios. La subida era muy bonita, como era la bajada del anterior puerto, no muy dura, entre praderas verdes, casitas alpinas, bosques………….pero cierto, que según subes, esa vegetación iba desapareciendo para dejar paso al típico puerto alpino, con mas roca que verde. Pero una subida muy bonita.

 

Una paradita para comer y recuperar fuerzas

El tema es que llegué arriba el primero, y sacando una buena ventaja a los demás, porque si es cierto, que llegando arriba a lo lejos ya veía a algún galgo acercarse. Pero me encontré con la sorpresa, que la furgoneta no paraba arriba, ya que era luego bajar y fin de la etapa, por lo que la gente, en el avituallamiento (en ese que paré poco), la gente salió cargada con algo de ropa de abrigo. Yo habría cogido el chaleco y poco más, pero no llevaba ni eso, asi que tocaba hacer la bajada a las bravas, aunque antes, comprando una botella de agua arriba, ya que como pensaba que había furgo arriba, no escatimé en beber agua subiendo.  Asi que nada, maillot abrochado y con apenas la camiseta interior, y para abajo, que yo me temía que me iba a congelar. Y como tampoco quería quedarme frio arriba, tambien empecé a bajar el primero cuando arriba apenas había llegado uno o dos.

 

Segundo puerto del día, siendo el primero: Passo Giovo

La bajada muy bonita y técnica, aunque si bien es cierto, que había algunos tramos con asfalto roto, lo que le daba un puntito de aventura y emoción, pero muy disfrutona de verdad. Tampoco había mucho tráfico con lo que me hizo ir un pelín rapido, pero disfrutando la bajada a tope., al igual que el anterior y como había estado siendo toda la etapa, y la verdad es que frio, nada de nada. No eche en falta el chaleco ni mucho menos, asi que me sonrió la suerte.

 

Una vez abajo, en Vipiteno, toco buscar el polideportivo, donde íbamos a parar, ducharnos, cambiarnos por que tocaba un desplazamiento en autobús durante 2-3 horas. Tambien llegué abajo el primero, por lo que me pude duchar tranquilamente, cambiarme y comer algo que me sentó de maravillaba.

 

Si que es cierto, que luego el traslado, a mi por lo menos, me resultó un infierno, sobre el papel eran 2h 30’ pero fuero casi 3 horas y pico, además, el conductor que tenia pinta de espabilado, se perdió un par de veces e iba por algunas carreteras, a todo trapo. Debía de creerse Nikki Lauda. Dicho esto, una vergüenza de conductor.

 

Luego, fue llegar al hotel en Zell Am See, fue descargar maletas, bicis y cenar. No dio tiempo para mucho más. Aunque eso sí, un paseíto corto después de cenar y a dormir, ya que estábamos todos reventados y hasta ese momento, fue el día mas duro sin duda, por todo el conjunto del día.

 


Una etapa más y al día siguiente a por más…….