lunes, 11 de agosto de 2025

Tour de Suiza - Dia 0 - Día de viaje

Un día realmente largo.

Llegó el día, por fin me iba a Suiza para conquistar puertos de los que hacía mucho tiempo tenía en mente, pero antes de coger el avión con destino a Zúrich, había que hacer cosas antes desde unos cuantos días atrás. 

Concretamente 5 días, donde tuve que preparar la bici en una caja que me consiguió Angel de Bicicletas Cosme, donde le quitamos el sillín, giramos el manillar y aflojamos la potencia para bajar el mismo, aparte de quitar la rueda delantera y meterla en una funda. Y, por tanto, la bici en la caja lista para viajar a Gijón junto con una maleta con todas las cosas de la bici. Y ya en Gijón, en una de las furgonetas de la organización hasta Suiza. Desde luego, mucho mejor que en el avión, que vete tu a saber como la tratan en la bodega de estos.

Los preparativos de la maleta de bici.

Maleta y bicicleta camino de Gijón unos días antes.

Luego, tocaba durante la semana, dejar en casa las cosas lo mas atadas posibles, es decir, la nevera hasta los topes, los coches con gasolina, la casa ordenada, los baños limpios………….todo para que se notara lo menos posible mi ausencia y mi mujer, lo tuviera lo más fácil posible, cuestión de bici-puntos.

Y llegó el sábado, el día del viaje, donde tenía el avión a las 8:15 de la mañana, para llegar con tiempo a Zúrich y estar a las 12 en el aeropuerto, que era la hora establecida para la recogida.

Pero antes de eso, tocaba pegarse el madrugón para coger el UBER a las 5:30am y estar en el aeropuerto a las 6am, ya que había que facturar y sobre todo pasar el control de pasaportes, dado que desde hacía semanas no dejaba de salir en prensa que esto último era toda una odisea, asi que mejor ir con tiempo………………..pero todo se dio muy bien, a las 7 ya estaba facturado y pasado el control de pasaporte, por lo que me quedaba una hora para embarcar, asi que hice lo que suelo hacer habitualmente, darme paseos a lo largo y ancho del aeropuerto.

Una vez en el avión, del madrugón que me di, me dormí incluso antes que el avión despegara y solo me desperté cuando tocamos tierra en Suiza, así de cansado estaba.

Ya solo tocaba recoger la maleta y esperar la recogida, viendo por la ventana del aeropuerto, lo nubladísimo que estaba todo. Mal augurio. Pero todo se torció un poco más, debido algún problema con una furgoneta de la organización, la recogida se retrasaba hasta las 4, es decir, eran las 10:30am y me tocaban casi 6 horas por delante en el aeropuerto. 

Asi que como dije antes, a dar paseos por aeropuerto, de punta a punta me lo recorrí entero 3 o 4 veces, visité el centro comercial que tienen enfrente, fui a la terraza del aeropuerto un rato a ver los aviones despegar/aterrizar, comer, visitar la capilla multiusos del aeropuerto, estirar…….hice de todo. Se me hizo eterno.

Ya en el aeropuerto de Zúrich, me lo conozco mejor que mi casa ya.

Mi empresa me persigue allá donde vaya, somos internacionales.

Cerca de las 4, llegó la primera furgoneta, pero solo la de carga, la furgoneta de transporte vendría cerca de las 7, es decir, 3 horas más en el aeropuerto. Pero ya desde ese momento, no estaba solo, pude conocer a Javier, un colombiano que estaba en el grupo de Suiza y que, en aquel momento no lo sabía, iba a ser mi compañero de habitación.

Y la verdad, es que esta persona me causó muy buena impresión desde el primer momento, y la convivencia no solo esa tarde sino todos los días, fue estupenda. Un tipo de 10. 

Una vez que nos recogieron a todos a las 7 de la tarde, tocaba un traslado de cerca de 2 horas hasta Davos, bajo una lluvia intensa, y entre lo cansado que estaba y lo mal que pintaba el tiempo, la verdad es que mi estado de ánimo estaba por los suelos. Ademas, el traslado se me hizo realmente eterno.

Ya al llegar al hotel cerca, de las 10, pudimos cenar por cortesía del hotel, porque a esas horas, los suizos no es que estén durmiendo, es que están soñando ya con los angelitos en un sueño profundo, pero detallazo del hotel y buena gestión de la organización.

Luego, a la habitación y a dormir. Rezando para que la lluvia nos respetara toda la semana. Ahora sí que sí, estábamos en Suiza.

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