martes, 24 de abril de 2018

Marcha La Cantabrona (2a Parte)

Marcha : La Cantabrona
Lugar : Polanco (Cantabria)
Fecha : 21 de Abril de 2018


Disfrutando a pesar de todo.





Después del día anterior tan interesante y que dio para mucho mas de lo que yo podía pensar, tocaba madrugar para realizar La Cantabrona.

No me costó madrugar mucho, habituado que estoy a ello y además, tenia "mariposas" en el estomago y algo inquieto. Quiza por que era consciente que esta marcha es de mucha enjundia.

El despertador me puso firme a las 6 de la mañana, y después de recoger todos los bártulos, pude desayunar sobre las 6:45 de la mañana, del buffet del hotel, que no estaba mal, aunque eche en falta agua fría, que por la mañana, después de desayunar, para mi es fundamental.

El tema es que estaba en la zona de salida de la marcha a las 7:30 de la mañana, y pude aparcar con total tranquilidad, antes de que viniera el mogollón de gente. Incluso, pude hacer una visita "al amigo de todos" con calma y hasta me eche un sueñecito de 20' en el coche que me vinieron de perlas. Total, estaba totalmente preparado con todo, solo era sacar la bici y listo.

Me fui a zona de salida/meta a eso de las 8:15 y ni estaba delante ni estaba detrás, era simplemente uno mas de los casi 1.500 que iban a hacer el recorrido largo pero ya se podía observar gente tranquila, inquieta y muchos nervios. Yo estaba algo mas tranquilo, pero con ganas de comenzar a dar pedales ya.

Puntualmente se dio la salida a las 8:30 y salimos en tropel, marcha neutralizada los primeros kilómetros. Pero esto, los peores de toda la marcha. No por el recorrido en sí, que no tenia la culpa, sino por la gente.  Lo he dicho muchas veces, la gente debe entender que son marchas y no carreras, pero también entiendo que hay gente que le gusta "sentirse ciclista de carreras", yo lo he hecho, pero no por ello significa que algunos parece que les vaya la vida en ello. Hay recorrido y carretera para todos, pero es que algunos...............en fin sin mas comentarios.

El caso es que fuimos neutralizados hasta el pueblo de Selaya, donde comenzaba el Puerto de la Braguía, pero una neutralización que a mi no me lo pareció por las buena media que llevábamos de casi 30 por hora, incluso la primera dificultad del día el Alto de San Martín se pasó casi sin que nos diéramos cuenta por la inercia.

Ya poco después, comenzamos La Braguía, un puerto muy bonito, de buenas vistas y sin rampas destrozadoras, sino a un desnivel constante, donde te pones tu ritmo y hale, a comenzar de verdad la marcha. Yo tenia claro que iba a ir toda la marcha con la sensación de ir con el freno de mano echado, no conocía la marcha, ni los puertos ni nada parecido, ni tan siquiera los últimos 40 kms de la marcha, esos kilómetros que al menos a la gente con la que iba charlando todo el mundo preocupaba, por la distancia, los repechos "cabrones" y el calor, por que el día apuntaba a caluroso. Menos mal que decidí salir totalmente de corto y metí el chaleco por si acaso hacia frío en los descensos.

El primer puerto del día lo pasé sin ningún tipo de apuro, pasando a gente y gente pasándome a mi, y algunos les veias la cara y estaban totalmente agobiados por que se les iba el carro de la gente de delante................yo a mi bola.

Arriba, paradita en el avituallamiento, fotito en el cartel, mirar un poco el paisaje y para abajo, que el descenso tenia tela, vamos, que este puerto en sentido contrario.......ojito con el.



Una vez abajo, en el pueblo de Vega de Pas, empezaba el verdadero coloso del día, el puerto de Estacas de Trueba, y os aseguro que es un señor puerto sin nada que envidiar a los colosos de los pirineos y mira que me puedo jactar de conocer unos cuantos. El caso es que es un puerto que no es excesivamente duro, pero es largo y sobre todo con un viento de cara permanentemente.

Lo bueno de este puerto, es que ha debido de ser reasfaltado hace poco y tiene un piso donde se puede rodar sin problemas. Aquí el pelotón, se rompió definitivamente en mil pedazos, mirabas hacia arriba y había un rosario de corredores, así como de pequeños pelotones de 20-30 corredores, todos buscando el abrigo para ese viento tan molesto.

Yo, me puse abajo a mi ritmo, sin forzar pero a mi ritmo. Y estos puertos que son largos sin rampas estridentes, son los que a mi por mi tamaño son los que me van mejor. Y me puse un ritmo que me gustaba, iba cogiendo grupos y gente suelta, los cuales muchas veces, se me soldaban a rueda un rato y otros ahí seguían. Y lo reconozco, hubo un momento que me gusté y mucho, y puede que apretara un pelín mas de la cuenta, cosa que hizo que los últimos dos kilómetros de este puerto, se me hicieran algo largos, pero nada preocupante. Al llegar arriba, lo estipulado en el plan : parada en el avituallamiento, comer, beber, fotito en el cartel, abrigarse para la bajada y hacia abajo, con cuidado, hasta Las Machorras.



Este descenso, era de dar pedales, el primer tramo lo baje con 3 o 4 ciclistas, y de hecho un de ellos en una curva hizo un extraño por tratar de meterse por donde no cabía que me dio un pequeño susto y después de decirle de todo para ponerle de guapo para arriba, decidí que ya era suficiente estar ahí contemplando el paisaje (espectacular por cierto, La Lunada desde abajo es imponente) y me puse el primero cuando comenzaba la zona técnica y hale, yo a mi ritmo bajando y el que quiera ir mas rápido, que me pase y se largue, pero la traza la marco yo.

Llegue abajo con otra persona, un tal Eloy (Dorsal 212), y ya nos pusimos a charlar, el caso es que entre que íbamos al mismo ritmo, de buena charla y demás, el siguiente puerto, que era La Sía nos lo subimos en un santiamén, además de ser unos 7 kms solamente. El primer tramo entre un bosque con curvas de herradura y luego los últimos 3 kms, con el monte pelado y viendo a donde tienes que subir, a una especie de parque eólico.

Este parque, desde ya un kilómetro antes, asoma sus molinos de forma imponente y escuchas con total claridad el bufido de cada aspa. Ya arriba, esta persona decidió no parar y nos despedimos hasta otra. Yo mientras, paradita en el avituallamiento para comer, beber, fotito en el cartel y chaleco para la bajada que hacia fresquete, aunque un sol esplendido todo el día.




La bajada, como decirlo, simplemente espectacular. A poco de comenzar a bajar se ve al fondo la Cascada del Nacimiento del Rio Asón, una caída de agua de lo menos 150 metros. Y claro, yo al menos me paré en una curva de herradura a echar una foto, seguramente de los pocos que paré a hacerlo, no se vayan a ir 2 minutos en la clasificación...................


Después, bajada técnica y muy rápida hasta Arredondo, donde esta vez, ya comenzaba el Puerto de Alisas, quinto y último puerto del día. Y ya a una temperatura mas que agradable, rozando los 30 grados. Este puerto, al igual que todos los anteriores, con muy buen firme, sin rampas estridentes y 7kms que al tran-tran se subía perfectamente, aunque ya aquí se comenzaba a ver las consecuencias de marcha. Yo en ese momento, y a pesar de ir con el freno de mano echado toda la marcha, estaba ya con la calculadora de esfuerzos en mente. Puse mi ritmo y me olvide de todo el mundo, a mi bola y punto.

El paisaje era simplemente espectacular (Cantabria enamora), la temperatura ideal, las sensaciones muy buenas pero como en todas las marchas, siempre tiene que haber un gilipollas. Y esta vez vino en forma de bici y con un altavoz con reggeaton a todo trapo, muy molesto la verdad, y mas por que se le podía oír desde lejos. Me pasó, la verdad es que lento no iba, pero esa forma de fastidiar el entorno, el momento y todo, es para pensar que hay gente muy lamentable por el mundo y este es un ejemplo de ello.

Pero bueno, yo a lo mio. Termine el puerto sin problemas, y arriba mas de los mismo  : avituallamiento para comer, beber, "aligerar un poco de peso" y listo para comenzar los 10 kilómetros de bajada y después los últimos 40 finales.



Arriba eso sí, aproveche para tomarme el "5Hour Energy" que llevaba y reservaba para ese momento, y la verdad es que el subidon de energía y fuerzas es importante.  Llegado a este punto, y como me sentía bien, me dije que a "a tomar por saco" y me tire para abajo, aunque al poco de comenzar paré a hacer una foto al Monumento al Ciclista por la otra vertiente de este puerto (y ojito con este puerto pero al revés, mucho ojo).


Bajaba como una flecha, pasé a un montón de gente, llegamos al tramo de rompepiernas y desde ese momento puse el turbo. Metí todo lo que tenía, me estaba gustando e incluso, cada 5' minutos bebía para estar hidratado, ya que era consciente que el tema de calambres podría esta ahí. También me tomaba los geles que llevaba preparados desde casa. Pasaba gente que iba reventada, cogía a grupos que me ponía el primero para perderlos de vista, en los repechos iba con cadencia alta pero iba volando. Repito, me estaba gustando y mucho.

Pero de repente, cuando de los 40 finales, ya había pasado la mitad, estaba justo al lado del cartel de 20 kms a meta............................vinieron los calambres, concretamente en la parte interior del muslo en ambas piernas. Sabia que yendo como lo estaba haciendo desde la cima del ultimo puerto cambia la posibilidad de que ocurriera, simplemente aposte y perdí. No pasa nada.

Desde ahí, los últimos 20 kms, todos a los que había pasado, me vieron parándome a estirar (cuatro veces) y subir los repechos con todo metido para no forzar por temor a nuevos calambres. Al final, me picaron 7.15 pero si esos calambres, sin problemas podía haber bajado de 6.45. Eso para el año que viene. Desconozco que puede hacer ocurrido, ya que no ha sido por no comer ni beber, simplemente por la orografía del terreno y que a estas alturas, dadas las condiciones meteorológicas que hemos tenido, apenas he llegado con 3.000 kilómetros, cuando otros años a estas alturas estoy por los 5 mil y con unos cuantos puertos, y este año apenas 4 o 5. El año que viene será mejor.


Después de llegar a meta, cambiarme y guardar todos los trastos, simplemente devoré 3 raciones de pasta que daban en meta, que por lo menos a mi me supieron a gloria. Y es mas, al poco rato inicie el regreso a casa, ya que quería hacerlo rápido antes de que me entrara el bajón, pero a la hora de coche, tuve que volver a parar y me comí un bocata de tortilla gigantesco que me supo a gloria y me dio las fuerzas suficientes para llegar a casa sin tener el temido bajón.
Eso si, luego por la noche, caí redondo en la cama, ya que al llegar a casa tuve que irme al parque con mi mujer y los niños.......así que acabé literalmente reventado.

Para mi estas 48 horas han sido magnificas, lo he pasado estupendamente y lo he disfrutado, de principio a fin, y mas cuando hacia 4 años que no tenia ninguna aventura de estas aunque espero que de aquí en adelante, al menos un par de veces al año pueden darse las circunstancias.

Ahora a descansar bien, ya que hasta Junio no vuelvo al ruedo de las marchas, y luego tocara 3 fines de semana seguidos con Menasalbas, Puertos de Guadarrama y la Pasamontes. Y todo, absolutamente todo para un objetivo : La Purito.

Hasta la próxima.

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